Más de cien imputados en las listas electorales; privilegios como coches oficiales a gogo o pensiones excesivas; vuelos en primera a Bruselas porque yo lo valgo; cobro de dietas a porrillo… Encima no saben ni inglés, a veces parece que ni siquiera saben hablar... Esto de la política por estos lares se ve todo un tanto oscuro, dan ganas de girar la cara y quedarnos en casa el 22-M, pero más oscuro se puede poner si no reaccionamos a tiempo.
Nuestra indignación nos ha de dar nuevos bríos, no aletargarnos; nos ha de hacer tomar las calles, nuestras calles, y no quedarnos en casa; nos ha de permitir tomar la iniciativa política y no dejarnos llevar. Porque la participación política no es solo un derecho constitucional, también es un deber cívico de todo ciudadano para con nuestra sociedad.
Supongo que podemos estar de acuerdo en que necesitamos de la democracia para gobernarnos y de los partidos para representarnos. Habría que debatir sobre listas abiertas, financiación de partidos, democracia interna, un sistema electoral más proporcional, más democracia participativa, pero, de un modo u otro, como pasa en todo el mundo, necesitamos a los partidos. Una vez asumido este terrible axioma, debemos procurar meterles caña para que tomen nota y atiendan nuestras proposiciones. ¿Cómo? No hay varitas mágicas, pero es cierto que los partidos, a veces, cambian y atienden a la sociedad por temor a perder sus votos. Hemos de tener ideas y hacérselas llegar a través de recogidas de firmas, asociaciones, redes sociales, manifestaciones y también ¿por qué no?, hacérselas llegar desde dentro.
Digámosles que los más válidos para una lista son los capaces de hacer cosas por la ciudad, no por el partido; hablémosles de las listas abiertas; cuéntales lo que dicen las encuestas, que el descrédito político está en auge… que el partido que sepa entregar parte de su poder a los ciudadanos será admirado y seguido; hablémosles de transparencia de verdad, que sus currículos, actividades, patrimonios y todos los gastos de la administración deberían estar disponibles y justificados a tan solo un golpe de ratón.
Si te miran raro, diles que somos legión los que valoramos esos temas y que más les vale subirse al tren del cambio cuanto antes: la revolución silenciosa ha empezado ya.
PD. Foto: calle Caballeros.
1 comentarios:
Estoy de acuerdo, pero creo que lo primero que hay que demandar es el cambio de la ley electoral ( que nos conduce inexorablemente al bipartidismo) y la reclamación de listas abiertas. Mientras no sea aprobado ésto , es muy dificil que el movimiento y las críticas progresen más alla que la de hacernso notar.
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