Etiquetas

aeropuerto (9) arquitectura (13) arte (34) blogs and shops (21) camisetas (14) canal 9 (12) cine (27) comic (2) fib (9) fotografía (46) historia (26) humor (15) literatura (4) magdalena (15) movimiento 15M (27) mundo (29) Música (44) noche (14) Opinión (136) pegatinas (13) política (3) prensa (21) rototom (4) ruta alternativa (36) se mueven (28) sostenibilidad (20) Street Art (56) tanned tin (6) teatro (8) urbanismo (3) video (23)

En el 36

jueves, 10 de febrero de 2011

Debajo de la apariencia de una persona compleja se esconden secretos, marcas, contradicciones... Una sociedad compleja, y Castellón lo es, también esconde bajo su piel sus fantasmas. Conocerlos y enfrentarse a ellos es una de las formas más sanas de conocer la sociedad que nos ha tocado en gracia, y esto es conocerse a sí mismo. 

Una ruta alternativa (esa que empezó en el mercado del Lunes, un concierto en el Terra y un carajillo bien quemado en alguno de esos bares que tenéis en mente) no tiene porque ser siempre agradable o buen-rollista. Hay paradas oscuras, pero que merecen la pena visitar con un silencio reflexivo. En una ruta alternativa buscaríamos bajo las calles iluminadas de Castellón para encontrar los refugios antiaéreos que permanecen olvidados bajo la dermis de la ciudad. La asociación de Refugios Históricos lleva 4 años catalogándolos y (según estos artículos de El Mediterráneo y El Mundo de hace 6 meses) pronto se podrán visitar algunos de ellos: en la plaza Tetuán, bajo el instituto Ribalta... son agujeros excavados por el miedo y olvidados por la necesidad de mirara hacia delante. En los 50, nuestros padres aún pudieron jugar en ellos, pero luego se cubrieron con cemento y silencio. Ahora tenemos la oportunidad de hacernos una idea aproximada de lo que significaba oír una sirena, coger a tus hijos y bajar corriendo al refugio. Vivir con miedo. 

Si un amigo mío viniera de visita a Castellón le enseñaría el mesón del vino, le enseñaría la calle Mayor... pero le haría bajar a los refugios para que nos conociera un poco mejor. Y si no hay amigo que venga... deberíamos bajar nosotros a nuestras catacumbas, enfrentarnos a nuestro pasado y tratar de imaginar lo que se vivió en esta ciudad y en este país entre el 36 y el 39. Quizás podamos comprender una historia como ésta. 


6 comentarios:

Anónimo dijo... [Responder]

Muy interesante la entrada...

Si cuando vamos a Berlín, visitamos alguno de los bunkeres... no deberíamos hacer igual en Castellón, cuya historia nos es mucho mas cercana?

Anónimo dijo... [Responder]

Es cierto, la gente visita Auswitch, los búnquers en Normandía, el muro de Berlín...
La memoria de una guerra no es necesariamente triste, puede ser educativa, puede ser regeneradora, puede ser tristemente necesaria.

victor dijo... [Responder]

en castellón hubo guerra civil como en el resto del país, y curioso que no imaginase que tb aquí hubo refugios.

¡y cuantos!

felicidades por esta entrada brillante. para cuando una ruta de refugios?

Pilu dijo... [Responder]

Pelitos de gallina!! Bajaremos!!

Anónimo dijo... [Responder]

Impresionante la foto!

Ahora solo sería imaginable en rebajas!

Anónimo dijo... [Responder]

passa el temps i continuen tancats. De fet és una revindicació del Grup per la memòria des de fa moooolts anys però des del poder local segueixen ningunejant aquest tipus de revindicacions ciutadanes.

http://memoriacastello.cat

Publicar un comentario