Puede sonar soez. Puede parecer una impertinencia o una provocación. Pero es un hecho: Ada Colau la tiene más larga que Santiago Lanzuela.
La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca compareció en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados para explicar algunas verdades incómodas. Llamó criminal al representante de la Asociación Española de la Banca y advirtió a los diputados que serán señalados si votan en contra de sus propuestas. Esto molestó profundamente a Santiago Lanzuela, diputado del PP y presidente de la comisión, que acusó a la portavoz de amenazar a sus señorías. Pero en la intervención de Ada Colau pasaron cosas mucho más importantes.
La portavoz de la PAH argumentó con solidez la necesidad de aplicar medidas de urgencia como la moratoria temporal de los desahucios y la dación en pago para deudores de buena fe. Describió el inmenso dolor que sufren las víctimas de los desahucios. Hizo un recorrido por las legislaciones internacionales que recogen la dación en pago y demostró que aplicar esta medida en absoluto colapsaría el sistema. Y por si la información aportada no terminaba de convencer a los señores diputados, añadió que su propuesta viene avalada por un enorme respaldo social.
Para presentar una Iniciativa Legislativa Popular se necesitan 500.000 firmas. Medio millón de personas, mayores de edad y con derecho a voto, deben apoyar la iniciativa. La recogida y validación de esas firmas es un proceso regulado legalmente y que se desarrolla bajo la tutela de la Junta Electoral Central. La PAH consiguió el doble de lo necesario. Por eso Ada Colau destacó la importancia de presentar la ILP en nombre de un millón de personas y con un respaldo social del 90%. Y ante esta demostración de legitimidad, la respuesta de Santiago Lanzuela fue: ‘Usted viene con la legitimidad que crea usted adjudicarse con muchas firmas y con mucha gente. Aquí, los que estamos representamos a todos los españoles después de haber pasado por unas urnas y democráticamente, respetando las reglas del juegos democrático’.
¿Usted viene con la legitimidad que crea usted adjudicarse? Despreciar así un millón de firmas es antidemocrático. Es demagogia barata. Una bravuconada de quien se cree superior. ¿Esos son los argumentos? Pues muy bien, pongámonos a medir la ‘legitimidad’.
En Sr. Lanzuela es diputado por Teruel. En las últimas elecciones generales su partido obtuvo 39.791 votos en esa circunscripción y con ello consiguió 2 escaños. Eso quiere decir que Rafael Lanzuela es diputado gracias al respaldo de 19.895 votantes, cincuenta veces menos que el millón de personas que apoya las propuestas de Ada Colau. Ahora demos la vuelta al argumento y hagamos otra prueba: ¿Cuántos escaños obtendría un partido político con un millón de votos? En las elecciones de 2011 CiU obtuvo 16 escaños gracias al respaldo de 1.014.263 votantes. ¡Estamos hablando de la tercera fuerza política por número de diputados!
Está demostrado. Ada Colau tiene la legitimidad más larga que Santiago Lanzuela. Pero a ellos les da igual. Siempre les ha dado igual. El próximo martes se debatirá en el Congreso la ILP de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el PP ya ha anunciado que votará en contra. Desde la aprobación de la Ley Orgánica de regulación de la iniciativa legal legislativa se han llevado al Congreso 75 ILP. ¿Cuántas se han aprobado? Ninguna. Los diputados han rechazo sistemáticamente todas y cada una de las propuestas. Así se las gastan sus señorías.
Edito: Previsiblemente el PP sí apoyará una ILP, la iniciativa para nombrar la tauromaquia Bien de Interés Cultural.
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