el primero de nosotros

Le pregunté al guía que había que hacer para recuperar los colores, para restaurar las figuras... y me dijo que estas pinturas habían aguantado más de 7000 años y que seguramente nos sobrevivirían (no a él y a mi, sino a todos, a nuestra especie). El ser humano se debía limitar a estudiarlas, a protegerlas del vandalismo y a admirarlas. Nada más.

Sí, todos hemos estado alguna vez. Están ahí al lado. En el colegio era visita obligada. El nombre nos suena de toda la vida. Tirig, el barraco de la Valltorta... ¿para qué volver si ya hemos estado? Lo cierto es que cada uno es responsable de responder a esa pregunta. Antes de que en Egipto se erigiera ninguna pirámide, antes de que Grecia iniciara un amago de democracia... alguien que vivía por aquí, quizás el primero de nosotros, intentó explicar a sus compañeros como asustar y rodear a una manada de ciervos para que quedaran atrapados en el meandro de un río que ya traía poca agua, mientras otros agazapados les disparaban flechas. Lo dibujó como un chamán, para citar a la buena caza; y lo hizo con alguna mezcla de óxido ferroso extraído de las rocas (algo muy de aquí), machacado y mezclado con grasa de animal. Una sustancia creada por ensayo y error que ha permanecido hasta nuestros días. Desde el abrigo, viendo la actual orografía y siguiendo las explicaciones del guía, puedes imaginar toda la escena de las pinturas. En el barranco de la Valltorta te saltas toda la historia y llegas de un paso a la prehistoria.

El Arte rupestre levantino se extiende desde Huesca y Lleida hasta Murcia. 21 son los abrigos localizados en nuestro enclave: la Cova dels Cavalls, la Cova del Civil, l'abrig Centelles, la cova del mas d'en Josep... Todas las visitas son guiadas y comienzan a distintas horas desde el Museo de la Valltorta (para consultar horarios: 964336010). En el centro de interpretación, mientras se espera, se pueden ver representaciones a tamaño natural de la Cova dels Cavalls, la evolución de sus pinturas, explicaciones sobre el arte rupestre mundial, el famoso arquero de Tirig que fue arrancado en los años 30, etc.

¿Para qué volver si ya hemos estado? Cuando la historia no había alumbrado aún ninguna de las 7 maravillas de mundo antiguo, el arte rupestre se abría camino en paredes muy cercanas a nuestra futura casa. Cuando la historia ya ha borrado de la faz de la tierra seis de esas siete maravillas del mundo antiguo, nosotros aún podemos estudiar, proteger y admirar ese humilde y eterno legado. Nada más.