La paella es como una caja de quesitos en porciones. Los jugadores están distribuidos alrededor de la paella de forma equidistante. A cada jugador le corresponde solo el quesito que tiene delante de sus narices. El cubierto oficial del juego es la cuchara de metal o madera. Si el jugador quiere exprimir limón en su área, deberá tener autorización verbal de sus dos vecinos, a los que procurará no salpicar. El juego comienza cuando el macho/hembra dominante de la manada dice "Vinga que es gela l'arròs!" (Tr.: ¡Venga, que se enfría el arroz). Si la paella está buena, el elogio al cocinero se hará de forma intermitente cada dos cucharadas durante toda la comida, “Xé que bona Vicent!!” y de manera alterna “açó es mel de romer” (Tr.: Está buena la paellita!). Los tropezones que hay en cada sector son propiedad del jugador titular de ese espacio. Si algún elemento integrado en su zona no es del gusto del jugador lo depositará delicadamente en el centro de la paella para que lo disfrute otro jugador. Las piezas de carne cuando salen de la paella no pueden volver, ni por partes, ni en los huesos. Si alguien invade el espacio de otro jugador sin permiso, será amonestado; a la segunda infracción se oirá aquello de "eres un poc fil de puta" (Tr.: Eres un poco malandrín), a la tercera “xé ves i tocat els collons” (Tr.: Ház el favor de no molestar). Se entiende que un jugador abandona, cuando apoya la cuchara en el borde del caldero y dice "Estic fart, ja no puc més!" o también “Quina fotracá” (Tr.: Estoy llenísimo!!). En ese momento su zona queda franca y puede ser ocupada. Cuando se toca hierro con la cuchara, en las postrimerías de juego, los valencianos se enfrentan al "Socarrat!, ieee que n'hi ha socarrat!!", es un momento glorioso donde el nerviosismo cunde. El frenesí es tal, que aquello parece una prospección petrolífera. Los que no participan en el festín deben relajarse y esperar el postre. La partida acaba cuando los jugadores se retiran o ya no queda nada en el caldero, señal indiscutible de que estaba muy buena, había mucha hambre o se ha empezado a comer a las cinco...
Una vez terminado el juego, si se han se han seguido las reglas al pie de la letra, solo se puede llegar a una conclusión, sea usted foráneo o local: "arroz con cosas no es paella".
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PD. El texto lo hemos recogido de internet. Desconocemos el autor pero le damos las gracias.
1 comentarios:
genial!
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