el banquillo

Vicente Grau es el conductor de "Punt a Punt", un programa deportivo de Radio 9, tipo carrusel. En la huelga que los trabajadores de RTVV convocaron el 18 de marzo, Vicente Grau interrumpió su programa para anunciar que desde ese mismo momento secundaba la huelga convocada por el comité de empresa de RTVV. El audio, imprescindible, muestra la normalidad con la que todo trabajador debería acogerse a su derecho a la huelga. Por supuesto, en RTVV estas demostraciones de normalidad democrática e independencia no son gratis. La empresa se guarda la factura y a Vicente Grau ya le ha tocado pagarla. Aunque él había sido el conductor de todos los programas deportivos en los que el Valencia CF participaba en competición europea, este jueves no fue la voz de "Punt a Punt" en la Europa League. El 29M, día en el que el Valencia se enfrentaba al AZ Alkmaar, para que no pudiera acogerse a su derecho de huelga le hicieron librar y le substituyeron por otro periodista; y tampoco trabajará en el partido de vuelta. Ha sido relegado al banquillo de los rebeldes. En ese banquillo no está solo, por desgracia hay muchas otras personas que se enfrentaron de una u otra manera a la empresa, denunciando casos de manipulación, negándose a tragar situaciones insostenibles, protestando... y han sido relegados o perseguidos. La arbitrariedad con la que se controla RTVV y el mimetismo entre televisión y PP, provoca que los trabajadores interioricen una máxima: si te sales de la consigna, estás fuera de juego.

Para que comprendáis el ambiente dentro de Canal 9, a la hora del informativo de medio día del día de la huelga general había cuatro policías nacionales en el plató y otros dos, más dos de seguridad, en la puerta de acceso al mismo. La cadena estaba muy interesada en dar una imagen de normalidad incluso falseando su emisión para que pareciera que nada ocurría. El programa En Connexió secundó mayoritariamente la huelga: más de la mitad de reporteros, una subdirectora, la coordinadora, los guionistas, la gran mayoría de los cámaras, operativo del estudio, uno de los dos presentadores, compañeros de enlaces... Sin embargo el director, la productora y el realizador montaron en los días previos un compactado de reportajes para emitirlo el día de la huelga. Así es que el espectador vió un En Connexió sin presentadores, en el que no ponía que fuera reemisión y en el que estaban dando la cara un montón de reporteros que estaban en huelga. Tu no trabajas, pero tu cara sí sin tu permiso, y los espectadores no se dan cuenta de que estás perdiendo un día de sueldo para protestar, para ellos estás en antena como el resto de días.

El RTVV el derecho a la huelga es una quimera, se debería llamar el "riesgo de huelga". Aún así, parece que las protestas de los trabajadores han aumentado con la inminencia del ERE previsto para mil personas. Desde fuera de la empresa se critica a los trabajadores por haber permanecido en silencio y protestar sólo cuando sus puestos de trabajo han peligrado, pero siempre que se realizaba una protesta era ignorada por una sociedad que nunca sintió empatía por esta televisión. Las protestas silenciadas servían para engrosar el banquillo de los rebeldes y estos serán los primeros en irse a la calle. El ERE no limpiará la empresa, los mil trabajadores despedidos serán los "molestos", los que no se plieguen a consignas, los independientes... cuando esos mil se vayan a la calle, lo visto hasta ahora será una broma con lo que quedará. Dará miedo. Ahora hay muchos trabajadores que no tienen nada que perder, puede que sea el momento de quemar las últimas naves y sacar a la luz todo lo que se ha podrido en RTVV. Sería la única forma de salvar a Canal 9 aunque es muy difícil curar a una televisión dentro de una sociedad que está tan enferma como ella.