la fotografía eterna

Pese a que la actividad fotográfica en Castellón va creciendo en los últimos años, y una exposición de fotografía ya no es “rara avis” en nuestra ciudad,  aún, a veces, para estar al tanto de lo que sucede a nuestro alrededor y seguir  los temas de interés, hay que recurrir al tren de Cercanías y visitar el “cap i casal”,  para aprovechar la inversión en cultura de las autoridades autonómicas, antes de que la crisis económica y los recortes acaben definitivamente con ella.

Si sois aficionados a la fotografía, teneis ahora ocasión de visitar el IVAM, que en la sala de la Muralla ofrece estos días (hasta el 6 de noviembre) una espléndida exposición del fotógrafo italiano Franco Fontana (1933). Una retrospectiva que arranca en los años 60 y 70, en  los que la fotografía en color de Fontana apareció como un estallido en medio del panorama imperante en Europa, tan marcado entonces por el blanco y negro y las convenciones artísticas de la fotografía amateur.

Tendréis ocasión de disfrutar con 140 obras espléndidas, desde los paisajes iniciales de ámbitos naturales, en los que la visión naturalista desaparece para crear espacios definidos por la luz, los planos  y  el color, hasta las escenas americanas de los años 80 y 90, fotografía urbana de calles, sombras y asfaltos en los que la que la luz adquiere una nueva dimensión.  Toda la fotografía de Fontana es una deconstrucción de la realidad, en la que la ésta se fragmenta en líneas y colores y desaparece en su concepción naturalista, para construir una realidad propia con contenidos propios.

Exposición, pues, muy recomendable para los buenos aficionados. Una buena ocasión de disfrutar de una clase práctica de fotografía, de reflexionar sobre lo que se debe buscar al apretar el disparador de la cámara. 

Y es que, como el mismo Fontana afirmaba en una entrevista, “la fotografía no debe reproducir lo visible, sino hacer visible lo invisible”.