Los de nuestra generación pensábamos que ETA era parte de un paisaje como el cauce de un río entre montañas... nunca conocimos un año sin muertos, sin casas cuartel reventadas, sin tiros en la nuca. Pero parece que no, que su existencia se debía a la voluntad inhumana de algunos humanos, empeñados en convencernos a base de matarnos. Hoy es un día para historia, un día de alegría contenida, hoy es un punto de partida para lanzar un larguísimo hilo que puede convertirse en un camino. También es un día de preguntas sin respuesta, cada uno tiene las suyas, pero las más interesantes están en el País Vasco. Allí es donde se comprende la magnitud de la tragedia y donde se pondera el verdadero significado del día de hoy. Donde la convivencia vecinal, la de los dos lados de la calle, mira al mañana pero no olvida el ayer. Poco importan las palabras desde Castellón o Madrid. Las que yo quiero oír son las de allá arriba, las de los que sufrieron a ETA, las de los que se despegaron, las de los que le arrinconaron, las de los que le despreciaron, las de los que nunca se alejaron... cerca del fuego es donde te quemas y donde aprendes a manejarlo.
Pero ETA no se rinde porque quiere, porque ha cambiado de opinión, porque de pronto cree en la paz. ETA lo deja porque no tiene más remedio, porque le quedan 4 locos fuera de la cárcel, porque nadie les apoya en la sociedad vasca. Los que compartieron proyecto e ideas con ellos han encontrado otro camino, el político. A ETA, abandonada y derrotada, solo le quedaba rendirse. Dirán lo que quieran, lo venderán como puedan, pero su lucha no ha llevado a nada; las muertes causadas solo han sido eso, asesinatos; los gudaris son los muertos.
Hoy es solo el comienzo: hay que dar más pasos para demostrar que esto va en serio, pero serán las personas que viven en el País Vasco los que se marquen el camino y los tiempos. Todos desde fuera queremos decirles lo que tienen que hacer. Poco a poco, con el tiempo, igual que se derrite la nieve, irán desapareciendo los escoltas, los presos se acercarán, la gente no esconderá EL PAIS o LA RAZON (si, hay lugares donde leer La Razón es un símbolo de libertad), se defenderán todas las ideas en el Parlamento Vasco, se oirán las palabras porque cesaron los disparos. Hoy nos despertamos de una pesadilla y descubrimos que ETA no formaba parte del paisaje. Hoy es un gran día para historia, tenemos toda la ilusión en que no sea la historia de la infamia.
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