un viejo fantasma

China, un régimen comunista, ha mejorado muy rápidamente el nivel de vida de su población en los últimos lustros. No debido a la aplicación de una política económica que Marx entendería como comunismo, sino aplicando el capitalismo puro y duro. China, actual segunda potencia económica del mundo, venía de una situación de gran pobreza y ha sabido aprovechar la innegable energía del capitalismo para crear riqueza. Sin embargo, hay una gran desigualdad en cuanto a la distribución de la renta, algo intolerable para alguien considerado comunista. China, como economía centralizada que es, se basas en planes quinquenales. Es decir, el gobierno se reúne y decide cuáles son las prioridades económicas para los próximos cinco años. Hasta ahora los planes se basaban primordialmente en qué zonas o sectores promover económicamente y sus planes han ido viendo cumplidas todas sus expectativas. Ahora, cuando gracias al capitalismo han logrado crear una riqueza media razonable para tener un nivel de vida aceptable, están preparando sus nuevos planes quinquenales para aprovechar esa riqueza creada de un modo más acorde al comunismo: se han propuesto como prioridad en los próximos 10 años un mejor reparto de la renta, la mejora de las políticas y prestaciones sociales, un mayor cuidado medioambiental y una lucha contra la corrupción. ¿Alguien duda que consigan sus objetivos?

Europa, en cambio, está en decadencia desde hace lustros. No solo estamos perdiendo preeminencia económica sino que con la excusa del 11-S se recortaron nuestros derechos y libertades y con la excusa de la crisis financiera mundial se están cercenado nuestros derechos sociales. ¿Alguien duda que con los actuales principios económicos y políticos que nos rigen sigamos perdiendo derechos y nivel de vida durante los próximos años? Sin embargo, sigue sin haber ni punto de comparación con China a nivel de derechos individuales y colectivos:

-        Allí no existe el derecho a manifestarse; aquí sí, aunque nunca tengan en cuenta nuestras peticiones.

-        Allí no hay libertad de prensa; aquí queda algo, pero cada vez menos, los medios dependen de la publicidad de empresas (de las que, por tanto, no hablarán nunca mal) y de las informaciones filtradas por las administraciones,  por lo que les convendrá llevarse bien con ellas.

-        Allí hay un partido único; aquí, en cambio, tenemos derecho a voto, aunque el resultado sea una alternancia de dos partidos que apenas escuchan y solo se fijan en los ciudadanos cada 4 años,menospreciándolos como meros electores y como mal necesario para ser elegidos y mantener el poder.

-        Allí la justicia es despótica y opaca; aquí en cambio, se juzga antes al que investiga los crímenes del franquismo que a los franquistas y a los que acusan a Camps de robar, que al propio ladrón.

¿Debemos concluir que el régimen político chino es más adecuado para el bienestar de la sociedad que el europeo? Quizás nuestros líderes económicos y políticos deban ponerse las pilas si no quieren que la Historia devuelva a un viejo fantasma recorriendo Europa.