Desde el miércoles nuestra pequeña y a veces inmóvil ciudad tiene otro color. Se respira calma, se contagian las ganas de música de todo tipo, de cualquier manera, pero casi siempre con algo en común; puedes guardarte muchos de los momentos de este fin de semana en los bolsillos y recordarlos una y otra vez, llenar estanterías con ellos.
Descubres que hay muchas maneras de entender la música y eso te hace sentir pequeño, a veces minúsculo. Y en un clima distinto, especialmente pensado para un festival que en muchos de sus momentos te pone la piel de gallina, escuchas a Raulsson + El Grup d’ Autoajuda que abren este Tanned Tin 2011 y a los que ya has tenido el placer de ver en alguna otra ocasión. Percibes como llenan el teatro con la primera canción que suena a agua y a paz, y te quedas con ellos hasta el final, casi sin darte cuenta.
La perfección en forma de mujer que toca el violín cuando escuchas The Clientele, la voz desgarradora y perfecta de Wildbirds & Peacedrums, le entrega apasionada y apasionante de Ryan Driver & Castlemusic, y las letras magistrales y cercanas de El Hijo, que consiguen que te retuerzas en tu asiento y que en los aplausos se te escapen las respuestas.
Muchos más han eclipsado cualquier otra cosa en estos días y aunque el sábado me lo perdí, me han contado que fue mágico, palpable y cercano. Y yo me quedo con la lluvia cayendo en estos días de poco sol y mucha luz y recomiendo una visita a este pequeño gran festival que a veces parece que te abraza y, a veces, que te empuja.
3 comentarios:
Envidia no haber estado... envidia de la mala, de la corrosiva...
Totalmente de acuerdo: mágico, muy mágico.
Festival ecléctico y si... mágico, que permite al público disfrutar de algo que no se puede disfrutar en otros festivales, y es una parte esencial de la música: el silencio.
Larga vida al Tanned Tin en Castellón!
Publicar un comentario