Es cine en estado puro que se desangra sobre las butacas e invade las retinas de todos lo presentes en la sala. Y aún así puede que no os guste, o que no sepáis si os ha gustado hasta que no pasen un par de días y continuéis con imágenes de la película rebotando en el cerebro.
Pd. Si llegáis tarde a la sesión y os vais a perder los primeros 5 minutos, no entréis, volved otro día puntuales. A veces no importa, en esta película sí. Son impagables.
¿Dónde la podéis ver? La podéis ir a ver en el Rex... ah, no... en el Casalta... ups, sí aquí: en los ABCD Rafal... Esperad, me comunican no podemos darnos ningún paseo hacia ningún cine en el centro de Castellón, sólo podemos ir al cine en coche y disfrutar de los acogedores centros comerciales que los rodean. Y lo peor es que fuimos nosotros los que dimos la espalda a los viejos cines incómodos y obsoletos del centro. Todos y cada uno de ellos se fueron arruinando, decadentes, abandonados, tristes... Es posible que los dueños no supieran reactivar un negocio que se les moría en las manos, pero la sociedad que nos rodea es, básicamente, lo que nosotros hacemos de ella. Nadie protestó, nadie se inmutó, y seguimos cogiendo nuestros coches deslumbrados por las multisalas, como nuevos ricos. Sin darnos cuenta fuimos decidiendo que ir caminando al cine no era para nosotros. Y por fin lo hemos conseguido. Era lo que queríamos ¿no?
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