En Castellón nos vendemos mal. En vez de imitar a Borja, le dedicamos al Ecce Homo una de las calles más oscuras de la ciudad. ¿No la conocéis?
El pasaje Ecce Homo es el más estrecho de Castellón y está justo enfrente de lo que en su día fue el bar
O.A.R. Tiene forma de 'L' y une la calle Mayor con la plaza lateral de Santa María. Es una callejón en el que si estiras los brazos puedes tocar las dos paredes, que no están a más de metro y medio de distancia. En su día se podía cruzar por allí a cualquier hora, pero no acortabas nada, era más bien por el morbo que daba cruzar por un callejón oscuro y estrecho, a ver que aventura te sucedía: nunca pasó nada remarcable, excepto el olor a orín. Ahora el pasaje tiene dos rejas en cada extremo y solo puede cruzarse de día. Las aventuras nocturnas quedan reservadas a los vecinos.
El caso es que proponemos que se restaure la cerámica dedicada a la Virgen que corona el callejón y se copie el Ecce Homo más famoso del mundo, el que ha eclipsado
las palabras de Poncio Pilatos, las obras de El Bosco, de Rembrandt, de Tintoretto... y se abran las rejas para que podamos admirar en el callejón más oscuro y estrecho de Castellón la obra que inauguró un nuevo movimiento: el postwitterismo.
Edición via apunte de J.I.O. en facebook: "fa temps era l'únic accés des de el carrer major a la Arxiprestal, ara con-catedral, i es deia Carreró del Pes de la Farina. La mort d'un retor conyarri (paraula del s. XVII relativa als "mujeriegos") a mans del home de l'adultera va fer que és canviara el nom del carrer."
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