El lunes 16 de julio se confirmó el ERE que dejará en la calle a 1.295 trabajadores de RTVV. Los profesionales de la casa respondieron con una protesta televisada en directo. El miércoles 18 de julio el consejo de administración aprobó oficialmente el ERE. Y a continuación los miembros del consejo huyeron por la puerta trasera de un VIPS.
La deuda asciende a 1.300 millones de euros. La audiencia media de Canal 9 se acerca peligrosamente al 4%. El prestigio periodístico y social hay que buscarlo todavía más abajo… concretamente en las alcantarillas. Son éxitos de campeonato. Y el mérito de todos ellos corresponde a directivos y políticos que en los últimos 15 años han sometido la radiotelevisión pública valenciana a un expolio sin parangón.
Hoy tenemos una empresa sin prestigio, sin audiencia, sin credibilidad y, lo más importante, sin dinero. Por eso han decidido rematarla, porque no queda dinero para seguir robando. El ERE es un asesinato que permite enterrar a ese difunto al que nadie llorará. Y con el cuerpo todavía caliente crearán un nuevo monstruo que permitirá seguir robando otros 15 ó 20 años más. Las pruebas del crimen están a la vista de todos, solo hay que fijarse en los detalles.
Oficialmente el objetivo de la operación es dejar la plantilla de radio, tele, plataforma multimedia y ente en un total de 387 empleados.
-La tele tiene 1.222 trabajadores, quedarán 243.
-La radio tiene 167 trabajadores, quedarán 66.
-La plataforma multimedia tiene 31 trabajadores, quedarán 6.
-El ente tiene 241 trabajadores, quedarán 72.
A continuación se utilizará dinero público para cancelar la deuda de 1.300 millones de euros, se procederá a liquidar la sociedad y se creará una nueva empresa que acoja a esos 387 supervivientes. La teoría explica que todo serán grandes ahorros y ventajas. Pero los números dicen lo contrario.
La lista de despidos por categorías laborales revela que en la nueva tele no quedará ni un solo operador de cámara. Tampoco habrá montadores. Ni iluminación. Ni decorados. ¿Alguien piensa que se puede hacer una tele sin cámaras y sin montadores? La respuesta es evidente. ¿Cómo lo arreglarán? Pues muy sencillo, contratarán a otra empresa que a su vez contratará a los cámaras a cambio de salarios indignos. Y por el camino quedará el beneficio industrial, las comisiones y los chanchullos varios. Lo más divertido es que echar a todos estos profesionales se contempla como ahorro, en ningún lugar se menciona que tendrán que contratarse por otras vías y que generarán gastos de explotación.
Los recortes también son muy duros en la Dirección de Antena, que engloba los equipos de entretenimiento y ficción. Desaparecerán los profesionales que apostaron por ‘L’Alqueria Blanca’, ‘Gormandia’, ‘El Poble del Costat’, ‘Senyor Rector’, ‘Bon dia Bonica’ o ‘Trau la Llengua’ y los que crearon y desarrollaron ‘Guamipi’, ‘De Temporada’, ‘Interiors’, ‘El dia per Davant’ o ‘En Connexió’. Ahora mismo en la Dirección de Antena hay 111 trabajadores, después del ERE quedarán 19. Una vez más, ¿significa esto que no habrá programas? La respuesta vuelve a ser evidente. Habrá programas pero se comprarán a productoras ajenas. El coste de estas operaciones tampoco está reflejado.
Otro departamento que desaparecerá es el de documentación. ¿Qué pasará con las miles de horas de material videográfico y cinematográfico que guardan los archivos de Canal 9? Son nuestras fiestas, nuestros escritores, nuestros músicos, nuestras costumbres… Es nuestra historia. En el mejor de los casos se contratará a una empresa que lo gestione. Y esos costes tampoco se contemplan.
La Unió de Periodistes Valencians y la FAPE aseguran que el ERE no es una medida de recorte de gastos, sino la voladura de un modelo de medios de comunicación públicos que han sido mal gestionados desde hace años. El Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicación de la Universitat de València ha manifestado que los únicos responsables de esta situación son los gestores políticos que han malgastado el dinero público y que ahora ponen en riesgo un servicio público esencial. Centenares de personas y entidades de enorme prestigio han suscrito la ‘Declaració de Burjassot’ impulsada por la plataforma ‘Sí a RTVV. La nostra’. Partidos políticos, sindicatos, comités de empresa de otras televisiones públicas… Todos han advertido reiteradas veces que el camino emprendido es el peor de los posibles.
También el Comité de Empresa de RTVV y trabajadores de la casa a título individual han alzado la voz. Es verdad que sus gritos de socorro han tenido poca difusión, pero llevan mucho tiempo denunciando el expolio y la manipulación. Y por eso mismo han sido desplazados de sus funciones o han sido despedidos cuando las condiciones contractuales así lo permitían.
Incluso aquí mismo, en este blog, hace un año iniciamos una serie de artículos con nombres de película dedicada a RTVV. Primero anunciamos lo que iba a suceder, a continuación desvelamos algunos mecanismos de censura, también analizamos contratos de alto riesgo, describimos cómo se aparta a los profesionales incómodos e incluso seguimos la pista de la red mafiosa Gurtel. Todo para poner de manifiesto la gestión nefasta y fraudulenta de la radiotelevisión pública valenciana.
Hoy las cartas están sobre la mesa. Todas las pruebas apuntan en el mismo sentido. La empresa que nazca tras el ERE y la disolución de RTVV será un nuevo agujero negro todavía más profundo, más controlado y más manipulado. Nadie podrá decir que no lo sabía.
Edit: siempre nos quedará el mejor cine valenciano:
La lista de despidos por categorías laborales revela que en la nueva tele no quedará ni un solo operador de cámara. Tampoco habrá montadores. Ni iluminación. Ni decorados. ¿Alguien piensa que se puede hacer una tele sin cámaras y sin montadores? La respuesta es evidente. ¿Cómo lo arreglarán? Pues muy sencillo, contratarán a otra empresa que a su vez contratará a los cámaras a cambio de salarios indignos. Y por el camino quedará el beneficio industrial, las comisiones y los chanchullos varios. Lo más divertido es que echar a todos estos profesionales se contempla como ahorro, en ningún lugar se menciona que tendrán que contratarse por otras vías y que generarán gastos de explotación.
Los recortes también son muy duros en la Dirección de Antena, que engloba los equipos de entretenimiento y ficción. Desaparecerán los profesionales que apostaron por ‘L’Alqueria Blanca’, ‘Gormandia’, ‘El Poble del Costat’, ‘Senyor Rector’, ‘Bon dia Bonica’ o ‘Trau la Llengua’ y los que crearon y desarrollaron ‘Guamipi’, ‘De Temporada’, ‘Interiors’, ‘El dia per Davant’ o ‘En Connexió’. Ahora mismo en la Dirección de Antena hay 111 trabajadores, después del ERE quedarán 19. Una vez más, ¿significa esto que no habrá programas? La respuesta vuelve a ser evidente. Habrá programas pero se comprarán a productoras ajenas. El coste de estas operaciones tampoco está reflejado.
Otro departamento que desaparecerá es el de documentación. ¿Qué pasará con las miles de horas de material videográfico y cinematográfico que guardan los archivos de Canal 9? Son nuestras fiestas, nuestros escritores, nuestros músicos, nuestras costumbres… Es nuestra historia. En el mejor de los casos se contratará a una empresa que lo gestione. Y esos costes tampoco se contemplan.
La Unió de Periodistes Valencians y la FAPE aseguran que el ERE no es una medida de recorte de gastos, sino la voladura de un modelo de medios de comunicación públicos que han sido mal gestionados desde hace años. El Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la Comunicación de la Universitat de València ha manifestado que los únicos responsables de esta situación son los gestores políticos que han malgastado el dinero público y que ahora ponen en riesgo un servicio público esencial. Centenares de personas y entidades de enorme prestigio han suscrito la ‘Declaració de Burjassot’ impulsada por la plataforma ‘Sí a RTVV. La nostra’. Partidos políticos, sindicatos, comités de empresa de otras televisiones públicas… Todos han advertido reiteradas veces que el camino emprendido es el peor de los posibles.
También el Comité de Empresa de RTVV y trabajadores de la casa a título individual han alzado la voz. Es verdad que sus gritos de socorro han tenido poca difusión, pero llevan mucho tiempo denunciando el expolio y la manipulación. Y por eso mismo han sido desplazados de sus funciones o han sido despedidos cuando las condiciones contractuales así lo permitían.
Incluso aquí mismo, en este blog, hace un año iniciamos una serie de artículos con nombres de película dedicada a RTVV. Primero anunciamos lo que iba a suceder, a continuación desvelamos algunos mecanismos de censura, también analizamos contratos de alto riesgo, describimos cómo se aparta a los profesionales incómodos e incluso seguimos la pista de la red mafiosa Gurtel. Todo para poner de manifiesto la gestión nefasta y fraudulenta de la radiotelevisión pública valenciana.
Hoy las cartas están sobre la mesa. Todas las pruebas apuntan en el mismo sentido. La empresa que nazca tras el ERE y la disolución de RTVV será un nuevo agujero negro todavía más profundo, más controlado y más manipulado. Nadie podrá decir que no lo sabía.
Edit: siempre nos quedará el mejor cine valenciano:
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