se necesitan clientes

Los días no son siempre emocionantes y sorprendentes (molaría que lo fueran alguna vez). A veces, simplemente caminas por una calle de Castellón con 4 amigos y ves una hoja en la ventana de una cafetería que parece que te está llamando. Te ríes, la relees, piensas que es un gran cuento corto, que es un buen gag, que es una foto para el blog. Entonces, mientras encuadras y disparas, el dueño del bar sale de la barra y te dice con ademanes, que sí, que sí, que no hace falta experiencia, que entres y preguntes. Los 4 amigos os miráis y decidís que en un día tan normal, un destello de genialidad y humor como ese bien merece parada y fonda. El camarero, que es simpático, os dice que si cada persona que le ha hecho una foto al cartelito que demanda clientes, hubiera entrado a tomarse un café, podría quitar el cartelito que demanda clientes (no solo es majo sino que te plantea paradojas a las 4 de la tarde). Pero es que además de ingenioso, simpático y paradógico, es un poco bravucón y te suelta que allí hacen los mejores carajillos de Castellón. Hasta ahí podíamos llegar. ¿El mejor? A ver... Y entonces un día normal (normal para ser Magdalena) se convierte en un día de blog.