Alberto, un amigo que os quiere

Tengo la boca seca. Me duele la cabeza y el corazón. Llevo muchas horas viendo la tele y ni siquiera he encendido el televisor. El problema es que mi mente sólo sintoniza Canal 9. A veces los sueños son muy cabrones. Ha sido una noche de manipulaciones y mentiras, de plantillas sobredimensionadas, de expolio económico, de sindicatos controlados por la empresa, de abusos sexuales… una pesadilla.

Alguien tiene que poner orden.

¿Has visto Harry, un amigo que os quiere? Te la recomiendo. Harry es un buen tipo…un tipo bastante normal… más bien tirando a mediocre… un auténtico pringado, vaya. Como tu y como yo. Resulta que bien entrados los 30, el bueno de Harry se reencuentra con Michel, un antiguo compañero del cole. Un crack. El triunfador. Ese que siempre fue el modelo a seguir, la referencia. Pero las cosas no son como Harry pensaba. La cargas de la vida han convertido al triunfador en un pringado más. Como nosotros. En un alarde de infinita amistad, Harry decide ‘solucionar’ los problemas de Michel.

Y en estas me veo cuando leo el discurso de moda: Canal 9 es insostenible. Alberto Fabra se postula como el Harry de Canal 9. Ya era hora. Pero antes de cometer alguna locura, querido Alberto, permíteme que te haga algunas preguntas.

¿Quién miente en Canal 9? ¿Quién desprecia a los espectadores? ¿Dónde está el dinero? ¿Por qué hay cientos de personas contratadas que no hacen nada? ¿Tienen carné de algún partido? ¿Quién ha montado un sindicato amarillo? ¿Por qué se han ocultado los supuestos casos de abuso sexual?

Las respuestas están a tu alrededor. El dinero está muy cerca, puedes olerlo. Los que encubrieron los todavía supuestos abusos se sientan a tu lado, fíjate bien. Los que manipulan llevan en el bolsillo un carné que conoces muy bien, mira en tu cartera. ¿Vas a tener el valor de enfrentarte a ellos?

Sueño con un Harry sin piedad que sea capaz de arreglar las cosas. Arreglar las cosas de verdad, no echar a mil personas y dejar el chiringuito en manos de los de siempre. Los que han provocado esta catástrofe. A veces los sueños son muy cabrones.