La tele hace mucho daño. A Leo Bassi le hizo famosísimo en pocas semanas pero a la vez creó una cortina de humo tan espesa y deforme sobre su formidable obra en los teatros, que mucha gente sigue creyendo que Bassi es ese cerdo que come mierda. Punto. No los marees más, que lo vieron en la tele y si lo dice la tele es que es verdad. No importa que haya recorrido todo el mundo con más de una docena de obras o haya ganado un montón de premios. Comió mierda en la tele. Y eso cuesta mucho de superar. Bassi es un provocador y si lo que quería era escandalizar a una España timorata lo consiguió. Ahora comer mierda ya no sería suficiente: la vemos repartida en platós de televisión a diario, se revuelcan en ella, se la lanzan... la mierda de Bassi fue mucho menos dañina que la que nos mandan hoy los rayos catódicos. Tuve la suerte de verle en una actuación antológica en la UJI hace muchos años y su obra no se olvida fácilmente: nos reímos, nos cabreamos, reflexionamos, nos emocionamos... para finalmente salir todos en tromba tras él por los pasillos de la antigua facultad de humanidades y terminar con un monólogo improvisado en el párking. La gallina de piel.
Pero decir que Leo Bassi es un provocador es decir muy poco. Un mes antes del 15M Bassi reclamó la 'revolución pendiente'. A día de hoy Bassi es medicina ante la corrupción política y moral: En el 2006, sufrió amenazas de muerte y hasta pusieron una bomba casera en el teatro donde iba a realizar su obra "La revelación". Más recientemente, tras representar en Valladolid su espectáculo llamada "Raíces judeocristianos de Occidente: un fraude histórico a combatir", escandalizó a unos grupos de extrema derecha católica (Hazteoír y Asociación Estatal de Abogados Cristianos) que le denunciaron por escarnio del sentimiento religioso e incitación al odio racial. Imagino que no hay nada tan gratificante como escandalizar a la extrema derecha. Por suerte, el juez que instruía el caso lo ha archivado con una sentencia que "marca un precedente para la libertad de expresión en su amplio sentido, incluyendo la ironía y la parodia." Si visitáis este link donde Bassi explica sus percepciones sobre este hecho, no os perdáis el primer post de respuesta. ¿Será fake?
Pronto podremos dejar de opinar de oídas sobre de polémicas ajenas. Pronto podremos eliminar la espesa cortina de humo que hay entre Bassi y nosotros. Bassi presentará el sábado 27 de agosto en el Rototom su charla-espectáculo Raíces judeocristianos de Occidente: un fraude histórico a combatir. Estamos locos por ver en escena su demoledora crítica a los poderes establecidos, en este caso, a la Iglesia más conservadora y dogmática.
Pero Bassi no es la única apuesta por el teatro del Rototom: Xavi Castillo, de Pot de Plom; Chema Cardeña, de Arden; Pedro Montalbán, del proyecto Zero Responsables (otra obra con intento de mordaza por estar inspirada en el accidente de metro de Valencia en 2006), Carlos Gil Zamora, director de la revista Artez, se darán cita en la mesa redonda “El compromiso del teatro, el azote del poder” para analizar la función social del teatro, sus posibilidades como medio para la denuncia, la sátira o la crítica social y política.
En estos momentos inciertos en los que nos mean y dicen que llueve, la necesidad de gritar es más fuerte que nunca: en el teatro están gritando a los 4 vientos ¿oímos qué dicen?
En estos momentos inciertos en los que nos mean y dicen que llueve, la necesidad de gritar es más fuerte que nunca: en el teatro están gritando a los 4 vientos ¿oímos qué dicen?
Hay muchos motivos para ir al Rototom. Este sólo es uno más.
Leo Bassi, 'Raíces judeocristianos de Occidente: un fraude histórico a combatir', sábado 27 de agosto en el Festival Rototom Sunsplash.
Mesa redonda “El compromiso del teatro, el azote del poder” lunes 22 de agosto a las 16.00 horas en el Rototom Sunsplash.
0 comentarios:
Publicar un comentario