Ayer, a raiz de las noticias del próximo cierre del Mueso de Ciencias Naturales de Onda por falta de financiación, decidimos hacer una incursión en primera persona y comprobar los avances, los cambios, los problemas que tiene el museo. Fue como entrar en una máquina del tiempo: está exactamente igual que hace 30 años. Nos sentíamos como preescolares bajando de un autobús en nuestro primer día fuera del cole. Las predes forradas de madera, los carteles de los animales hechos a mano con la regla de caligrafía.... y los animales, con la mirada perdida, las garras afiladas y el pelo lleno de polvo, el polvo de todos estos años de olvido. Ardillas voladoras, bisontes africanos, ñandús, puercoespines, tucanes... Tiene algo tétrico, extraño, kafkiano... pero su decadencia intemporal es entrañable. En la era de internet, de planetarios y museos interactivos, el museo de Onda mantiene una colección imprescindible para que los niños conozcan toda la variedad zoológica mundial. El reto es sencillo: ver un animal y conocer su nombre. No hay más. Ni menos.
Es alucinante comprobar como el cordero con dos cabezas sigue en el mismo lugar y el bote que alberga la cabeza humana, tiene unos chorretones de formol del año 1983... No sólo es falta de presupuesto: hay una voluntad de que todo sea eterno e inmutable. Es anacrónico a conciencia. Y va a cerrar sus puertas porque ya nadie quiere pasear por un museo sin pantallas táctiles, audioguías y luces de colores. Nadie se da cuenta que tenemos a tiro de piedra algo único en el mundo: una máquina del tiempo y un arca de Noé. Juntas.
Es alucinante comprobar como el cordero con dos cabezas sigue en el mismo lugar y el bote que alberga la cabeza humana, tiene unos chorretones de formol del año 1983... No sólo es falta de presupuesto: hay una voluntad de que todo sea eterno e inmutable. Es anacrónico a conciencia. Y va a cerrar sus puertas porque ya nadie quiere pasear por un museo sin pantallas táctiles, audioguías y luces de colores. Nadie se da cuenta que tenemos a tiro de piedra algo único en el mundo: una máquina del tiempo y un arca de Noé. Juntas.
6 comentarios:
Desde luego que es para verlo... yo estuve hace un mes y me quedé alucinada.
Animo a esas familias que no saben que hacer un domingo o un sábado por la mañana que vayan y disfruten viendo a sus hijos plantearse todas las maravillas de la naturaleza.
Es lamentable como algunas administraciones se dedican a crear nuevos museos y dejan morir otros que ya existen.
La cifra que supondría mantener ese museo es ridícula.
Desde Madrid venian los autobuses de estudiantes a visitar el museo.
No sabia ni que existia..... buen plan para tanta fiesta.
Guardo un gran recuerdo del museo de Onda, vivia en Castellon y el colegio escuelas pias nos llevava a menudo, era mi excursion favorite. Luego fui con 30 anos y unos amigos de Valladolid y les encanto no habian visto nada igual. Por desgracia ya no vivo en castellon pero uno de mis suenos era llevar a mi hija a ver ese museo, se que le encantaria, pero ya no parece que sera possible , una lastima, la culpa ; los politicos perfilfarraderos que hay en Espana.
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