malconsejera
miércoles, 20 de febrero de 2013
Cuando tienes 12 años y una hermana 8 años mayor que tú lo que más feliz te hace es imitarla. Y lo haces por costumbre y por fastidiar, básicamente. Podría haber tenido una hermana a la que le hubieran gustado las plataformas y las mega discotecas en las que ponían una música infame o una, como lo que tengo, a la que le encantaba la música que, por suerte, hizo que me gustará a mí también. Los Flechazos, Los Burning, Bruno Lomas, Los Auténticos… muchos son los grupos de los que me aprendí las canciones sin tener ni idea de lo que significaban y casi sin tener ni idea de lo que decían, grupos que hoy están entre mis preferidos y que han formado parte de la banda sonora de mi vida, que no me canso de escuchar.
Malconsejero se es, no es una opción. Y yo lo soy por herencia y cercanía. Lo soy porque sus canciones sonaban en mi casa una y otra vez. Por la cinta que habitó en la radio del coche de mi hermana durante meses, que cantábamos de vuelta a casa a voz en grito y que me hacían sentir más cerca de ella, que me harían parecerme a ella cuando me hiciera mayor.
Con el tiempo fui comprendiendo que ese grupo de Castellón al que mi hermana se sentía tan unida fue marcando mis días sin remedio, que sus canciones me decían cosas que ya entendía y con las que identificarse era tan fácil que asustaba, que abrumaba.
Para los nostálgicos como yo el concierto de Malconsejo este sábado en el Four Seasons significa muchas cosas y todas ellas me transportan a otros tiempos, a esos en los que yo pensaba que nada podía salir mal y ella que tener una hermana adolescente era cuanto menos un suplicio.
Crecer son muchas cosas y las que recuerdas como bonitas te arrancan irremediablemente una sonrisa. Esta vez, y ya salvada la diferencia de edad, veré el concierto al lado de mi hermana, dejaremos que Malconsejo nos recuerde porque nos gustan tanto y cruzaremos los dedos para que toquen Jugando a ser el sol.
No os los perdáis, no sabemos cuando volverán a juntarse y si puedes lleva a alguien que no los conozca, si le pasa como a mí, te lo agradecerá eternamente.
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